Michelle Obama, la esposa del presidente de EE UU, Barack Obama, ha iniciado una pequeña polémica, sin pretenderlo, durante un acto solidario que se celebró el pasado miércoles en Washington.
La Primera Dama acudió invitada al acto, que propugnaba la lucha contra la pobreza, calzada con unas zapatillas de deporte (en la fotografía). Como afirma New York Daily News, el que las zapatillas sean de la lujosa firma francesa Lanvin, y valoradas en 400 euros, no ha gustado mucho a los principales críticos de estas situaciones informales. Según parece, Michelle Obama las consiguió en Ikram, una tienda de Chicago de la que es clienta asidua, y que distribuye ropa de marca. Las zapatillas han despertado gran expectación y esta semana ya estaban agotadas en varias tiendas de Nueva York.
Michelle, consciente de lo chocante de su calzado, se justificó declarando que se había levantado a las cinco y cuarto de la mañana para pasear al perro, y fue lo primero que se puso al salir. Según ella, no había pensado en las posibles consecuencias y opiniones que esto podía suscitar.
Según parece, no se ha visto con buenos ojos el que elegiera unas zapatillas tan exclusivas (no pueden conseguirse en tiendas habituales, ni siquiera de las que distribuyen la firma) para un acto del carácter solidario de ayer. La Primera Dama no ha dado más explicaciones acerca de si consideraba personalmente que había cometido una "metedura de pata", algo de lo que la acusan varios medios.
La Primera Dama acudió invitada al acto, que propugnaba la lucha contra la pobreza, calzada con unas zapatillas de deporte (en la fotografía). Como afirma New York Daily News, el que las zapatillas sean de la lujosa firma francesa Lanvin, y valoradas en 400 euros, no ha gustado mucho a los principales críticos de estas situaciones informales. Según parece, Michelle Obama las consiguió en Ikram, una tienda de Chicago de la que es clienta asidua, y que distribuye ropa de marca. Las zapatillas han despertado gran expectación y esta semana ya estaban agotadas en varias tiendas de Nueva York.
Michelle, consciente de lo chocante de su calzado, se justificó declarando que se había levantado a las cinco y cuarto de la mañana para pasear al perro, y fue lo primero que se puso al salir. Según ella, no había pensado en las posibles consecuencias y opiniones que esto podía suscitar.
Según parece, no se ha visto con buenos ojos el que elegiera unas zapatillas tan exclusivas (no pueden conseguirse en tiendas habituales, ni siquiera de las que distribuyen la firma) para un acto del carácter solidario de ayer. La Primera Dama no ha dado más explicaciones acerca de si consideraba personalmente que había cometido una "metedura de pata", algo de lo que la acusan varios medios.
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